—¿Un yanqui? ¿Corrobore? ¡Hijoputa! ¿Corrobore? ¡A mí me hablas bien!
Satán obtuvo como respuesta la desconexión de la línea, con esos pitidos tan ajenos y cortantes,
Fragmento perteneciente al relato
titulado «El itinerario» , del libro TRENZADO DE HOMICIDAS (pág. 51).