Pero yo pasé la orilla y ella se hubo de quedar de pie sobre el agua, toda mojadita de espanto e impotencia.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«El día aquel del cementerio» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 26).
Pero yo pasé la orilla y ella se hubo de quedar de pie sobre el agua, toda mojadita de espanto e impotencia.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«El día aquel del cementerio» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 26).