Salta la sorpresa. En la capilla de san Esteban y san Bartolomé descubro una pequeña urna funeraria. No me la esperaba. Sobre ella no tenía ni idea. Estoy frente a la tumba de don Luis de Góngora, muy buen poeta, famosa gran nariz, oscuridad de latines caprichosos.
Fragmento perteneciente a CÓRDOBA.