Marilyn Monroe es una estrella que nunca se apaga. Todos los años es recordada en el aniversario de su muerte, y van ya 55 años. A mí me dejó fascinado cuando contaba solamente dieciséis años de edad. El diario El País la homenajea, en esta ocasión, con una galería de fotos, de las cuales me quedo la siguiente:
Esta imagen es una de las últimas de su vida. O sea, así estaba, físicamente, Marilyn Monroe poco tiempo antes de su muerte. Las cicatrices de la vida, ahí, las tenía completas, no hubo tiempo de que se añadiera ninguna más.
Y hablando de cicatrices, en términos literales, si se fijan en la fotografía que he dejado, si se fijan en el vientre de la estrella, unos cuatro dedos por encima del ombligo, podrán ver la cicatriz que le dejó una intervención quirúrgica. Le extirparon la vesícula biliar. Por lo que parece, hoy día esa extirpación no deja cicatriz.
Por otro lado, Marilyn Monroe es portada de uno de mis libros. Hablo de ella haciendo memoria. La portada: