Movido por el afán de la precisión del adjetivo, que Josep Pla manejaba magistralmente, y leyendo uno de los periódicos atrasados que acumulo en el quemadero, me pongo a averiguar el grado de precisión de un adjetivo colocado por Manuel Vicent, en El País. Manuel Vicent califica de «gloriosa» la erección que mantienen en un posado fotográfico los filósofos Friedrich Nietzsche y Paul Rée, junto a la preciosa Lou Andreas-Salomé, quien no solo merece a su alrededor una gloriosa erección, sino miles. Aquí tengo remarcado en rojo las llamativas líneas de Manuel Vicent, escritor valenciano, una de las últimas sonrisas que actualmente escriben en los periódicos.
Como internet lo contiene todo, incluso la piedra filosofal, si se rebusca como en una escombrera, puesto que el destino premia a los humildes; como internet lo contiene todo, digo, me puse a buscar, con cierta ansiedad, la confirmación de que Friedrich Nietzsche, bastante famoso por su teoría filosófica del «superhombre», maridaba a la virtud idealista del superhombre un correspondiente plano físico de supercojones. Encontré la fotografía, y la decepción no pudo ser más profunda, puesto que me llevó a ella la estupenda adjetivación de Manuel Vicent, en este caso fallida. Aquí está la fotografía.
La erección de Paul Rée es tan mínima que ni se aprecia como tal, y la erección de Friedrich Nietzsche, absolutamente alejada de Príapo, es tan vulgar como deslucida. Puesto que las gloriosas erecciones miran al techo, no hacia el frente, la de Friedrich, o hacia el suelo, que ya resultan patéticas, por lo que tienen de capa caída.
Un consejo: si usted desea poseer una gloriosa erección, digiera usted una comida diaria como lo hacían vuestros abuelos en sus pueblos. O sea, coma usted comida de pueblo. No importa de qué pueblo. Verá usted cómo al cabo de unos meses el glande de su erección saluda al cielo. Doy fe de ello.
El lazo que me une a Federico García Lorca es muy curioso. Es tan curioso que llegará el momento de que sea absolutamente visible, y de que yo lo tenga que contar extendiéndome más. El poema fotografiado a continuación es suyo (las anotaciones con rotulador rojo son mías).
Se trata de un poema que se le quedó suelto al poeta. Se titula Madrigal apasionado. Que yo sepa, solo ha sido publicado en dos ocasiones, y las dos ocasiones en el suplemento literario del diario ABC. Yo lo recojo en la revista Fogosa Miscelánea, disponible en ebook, en distintas plataformas, y también en papel, solo en Amazon. En la fotografía de Lorca que incluyo aquí, se homenajea el 120 aniversario de su nacimiento. Fue el pasado 5 de junio. Ese mismo día, en 1998, el diario ABC publicó un artículo mío, de homenaje a Lorca, titulado «Centenario». El poeta, aquel día, hubiera cumplido 100 años de edad.
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Sinopsis de Fogosa Miscelánea:
Esta revista nace con el objeto de promocionar el uso del registro literario de la lengua en obras literarias. Podría parecer un contrasentido, pero no es así. Desde la década de los ochenta del siglo pasado, las publicaciones de obras literarias en cantidades industriales son un hecho que se constata de manera evidente. A día de hoy, casi tres décadas después, como consecuencia de esto, el uso lingüístico habitual de las obras literarias publicadas en España utiliza el registro informativo de la lengua, no el registro literario. De aquí a poder decir que las obras literarias publicadas en España son una ordinariez, solo hay un paso. Ordinariez en el sentido de cotidiano, habitual, común, rutinario, sin signos distintivos, sin estilo. Al surgir la palabra estilo es inevitable que me acuerde de las figuras estilísticas, o retóricas, que aparecen en todos los manuales de Lengua castellana de la enseñanza secundaria que tenemos. Los ejemplos de determinadas figuras estilísticas solo se ciñen en autores nacidos antes de mediados del siglo XX, partiendo de autores grecorromanos. Es natural. Y también es un ejemplo de pobreza, de ausencia de referentes contemporáneos, anunciando estilo literario, entre nuestros estudiantes con edades comprendidas entre los doce y los diecisiete años. Y estos estudiantes son el futuro.
El contenido es el siguiente:
Luces de bohemia (teatro), de Ramón María del Valle-Inclán.
Madrigal apasionado (poesía), de Federico García Lorca.
Curva menguante (narrativa), Contra la independencia de Cataluña (artículo de opinión), En la tumba de Camilo José Cela (crónica literaria), León (crónica de viajes), Cementerio de las moreras, Barcelona (crónica social y política), de Antonio Gálvez Alcaide.
La crónica «Cementerio de las moreras, Barcelona» incluye un reportaje fotográfico partiendo de enlaces, que son directos en formato digital. En formato papel, las direcciones de estos enlaces se presentan, ordenadas, en la sección Apéndice.
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Sinopsis del «suplemento» de Fogosa Miscelánea:
Esta edición de LUCES DE BOHEMIA, de Antonio Gálvez Alcaide, es un homenaje a la obra y a su autor, Ramón María del Valle-Inclán. Un homenaje que coloca a Valle-Inclán, fallecido en 1936, en el mismo tratamiento que reciben los escritores vivos, contemporáneos, en el momento de ser publicados por primera vez. Por ello, se presenta LUCES DE BOHEMIA en una flamante edición de 14 cm por 21,60 cm, con una imagen de portada, titulada «Noche en vela», del genial pintor Edvard Munch. Del mismo modo, se presenta el texto sin prólogos ni estudios críticos, exactamente como suelen aparecer las novedades literarias de los escritores vivos. Y todo, a un precio irrisorio, casi de coste. Es un bonito modo de homenajear a Valle-Inclán, y de constatar la evidencia: Ramón María del Valle-Inclán, con su obra literaria, sigue tan fresco, tan actual como cualquier escritor vivo. LUCES DE BOHEMIA es un clásico. Trata el último día de vida de Max Estrella, un viejo escritor, ciego, que vive prácticamente en la miseria, junto a su mujer y su hija, «en un Madrid absurdo, brillante y hambriento». Esta obra, cuya acción se desarrolla a principios del siglo XX, presenta cinco ahogos: el social, el político, el moral, el económico y el literario. Lamentablemente, estos ahogos son casi un trasunto de los ahogos que están marcando la España actual, un siglo después. Todo un aviso.
Habichuelas con arroz, ayer. Estilo cordobés, de pueblo. Antes de que la vianda salga de la olla, como diría mi madre, hay que esperar a «que se asiente»; o sea, a que se cuaje. El placer es multicolor, recomendado a los que degustan sinestesias, mmmmm. ¡Qué solidez!
Descubro, con cierta perplejidad, que la primera edición de mi primera novela, publicada por Alba Editorial, El Paseo de los Caracoles, se está vendiendo, desde Estados Unidos, al módico precio de 9.411,56 euros (nueve mil cuatrocientos once euros con cincuenta y seis céntimos).
¡Ver para creer!
Miles de euros por una primera edición de El Paseo de los Caracoles
Acabo de leer una reseña
sobre la novela El solitario
en la plataforma literaria ‘Anika entre libros’.
Una puntualización: Magdalena no está casada.
Una contradicción: “Me ha dejado un poco indiferente” / “La relación que tienen ambos es bonita y muy emocionante”.
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