—Bueno, señora Juana, no se puede triunfar siempre en la vida.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 14).
—Bueno, señora Juana, no se puede triunfar siempre en la vida.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 14).
Desde hacía seis meses, aquel hombre escuchaba un incansable trajín de aguas en su cerebro.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 13).
En la barranquera nada se inmutó cuando irrumpieron unos golpes estremecidos de chatarra y vidrios rotos
Fragmento perteneciente al relato titulado
«El borracho» , del libro Cuentos agrios (pág. 83).
Nuestras ocupaciones en el almacén consistían en descargar largos camiones repletos de cajas. Como es natural, yo casi siempre terminaba rezagado (el jefe se ponía a rabiar y
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Mataperros» , del libro Cuentos agrios (pág. 72).
La muchacha, sola, se mecía casi imperturbable.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Después del sueño» , del libro Cuentos agrios (pág. 26).
La hija se aferraba a su pecho, en posición vertical, y agradecía las tiernas palmaditas en la espalda que le ocasionarían un eructo.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Después del sueño» , del libro Cuentos agrios (pág. 25).
Oiga, que la cosa tuvo su gracia.
Texto perteneciente a la novela titulada EL PASEO DE LOS CARACOLES (pág. 101).
El malaespina Antolín se acicala en el lavabo.
Texto perteneciente a la novela titulada EL PASEO DE LOS CARACOLES (pág. 58).
Poquito a poco, todo el gentío del Paseo se va evaporando como lo hace la madrugada.
Texto perteneciente a la novela titulada EL PASEO DE LOS CARACOLES (pág. 31).