—¡Ah! —continuó Salvador—, se me olvidó enseñarte cómo me bailan los dientes desde hace mucho tiempo, muchísimo tiempo.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 80).
—¡Ah! —continuó Salvador—, se me olvidó enseñarte cómo me bailan los dientes desde hace mucho tiempo, muchísimo tiempo.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 80).
Maldita sea la hora aquella en que aterricé por estas putas tierras
Fragmento perteneciente al relato titulado
«En un rincón oscuro» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 48).
—¡Hijoputa —dice—, que te voy a partir la boca!
Texto perteneciente a la novela titulada EL PASEO DE LOS CARACOLES (pág. 148).
—Creía que ya habíamos superado las influencias de la secta.
Fragmento perteneciente al relato
titulado «El acoso» , del libro TRENZADO DE HOMICIDAS (pág. 108).
—¡Un poco de respeto a tu hermana! ¿Oyes? ¡Que hago la calle por ti, para que vayas a la escuela!
Fragmento perteneciente al relato
titulado «Cosa de tres» , del libro TRENZADO DE HOMICIDAS (pág. 100).
Sólo confiaba en sus ahorros, que la convertirían en mujer y le concederían un cambio radical a su vida.
Fragmento perteneciente al relato
titulado «Cosa de tres» , del libro TRENZADO DE HOMICIDAS (pág. 99).
A veces deslizaba los brazos y las piernas, como si pretendiera incorporarse.
Fragmento perteneciente al relato
titulado «Cosa de tres» , del libro TRENZADO DE HOMICIDAS (pág. 96).
Otros volcaban su admiración sobre el conjunto de su lencería,
Fragmento perteneciente al relato
titulado «Cosa de tres» , del libro TRENZADO DE HOMICIDAS (pág. 93).
Se restableció el silencio de los chavales. El estrépito de la tele había cambiado.
Fragmento perteneciente al relato
titulado «Cosa de tres» , del libro TRENZADO DE HOMICIDAS (pág. 92).
La chica ignoraba que al que besaba en la boca y amaba, desde hacía dos meses, se le llamaba por mal nombre Satán.
Fragmento perteneciente al relato
titulado «El itinerario» , del libro TRENZADO DE HOMICIDAS (pág. 50).