A veces deslizaba los brazos y las piernas, como si pretendiera incorporarse.
Fragmento perteneciente al relato
titulado «Cosa de tres» , del libro TRENZADO DE HOMICIDAS (pág. 96).
A veces deslizaba los brazos y las piernas, como si pretendiera incorporarse.
Fragmento perteneciente al relato
titulado «Cosa de tres» , del libro TRENZADO DE HOMICIDAS (pág. 96).
El bar y la calle combinaban una constante agitación de voces, de pasos sedientos.
Fragmento perteneciente al relato
titulado «Cosa de tres» , del libro TRENZADO DE HOMICIDAS (pág. 95).
—¡Soy la reina de la tierra, la reina de los mares!
Fragmento perteneciente al relato
titulado «Cosa de tres» , del libro TRENZADO DE HOMICIDAS (pág. 94).
Otros volcaban su admiración sobre el conjunto de su lencería,
Fragmento perteneciente al relato
titulado «Cosa de tres» , del libro TRENZADO DE HOMICIDAS (pág. 93).
Los fragmentos de pizza se endurecían en los rincones, igual que algunos calzoncillos apergaminados, acastañados de sucia brisa anal.
Fragmento perteneciente al relato
titulado «Cosa de tres» , del libro TRENZADO DE HOMICIDAS (pág. 85).