Allí se hizo la soledad.
Fragmento perteneciente a
UNA NIÑA PERDIDA EN EL MAR.
RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
Allí se hizo la soledad.
Fragmento perteneciente a
UNA NIÑA PERDIDA EN EL MAR.
RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
Diez años después, la joven Valeria fue conducida por primera vez, por las vueltas que da la vida, a la afamada Basílica de la gran ciudad.
Fragmento perteneciente a
UNA NIÑA PERDIDA EN EL MAR.
RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
En la noche de la Basílica lejana, unos cirios humeaban su agonía
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Justinita la idolatrada» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 106).
Los peregrinos retrocedían para reconciliar al aire.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Vuelos de deseo y grietas» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 63).
Nadie conseguía ver el túmulo, el puntito de su devoción.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Vuelos de deseo y grietas» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 62).
El pecho del golfante respondió
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Vuelos de deseo y grietas» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 60).
Ya no volvieron a existir más viernes de calentura y aguas para Ranchito.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Vuelos de deseo y grietas» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 59).
se separa de sus remordimientos, del tormento de sus carnes enfermas.
Fragmento perteneciente al relato
titulado «Eduvigis Lindavista» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 21).