Junto al ábside, siguiendo por el crucero, ya en su extremo, se ubica lo que fue la joya de la corona, la capilla del Santo Sepulcro, un pequeño espacio rectangular muy viejo, con bóveda de cañón.
El programa de televisión danés Blachman causa furor, erecciones, sublevaciones morales, estupidez. Y es que donde se pongan dos buenas tetas que se quite lo demás. Sí. Es cierto. (…).
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