(…) En el e-mail que nos enviaba no había ningún (…)
Texto perteneciente a la novela titulada CALIENTE (pág. 154).
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Nota del autor: Vuelvo a recordar que todos los mensajes y e-mails que recibió mi niña Paz fueron reales. Se trataba de los momentos estelares en que mi personaje saltaba de la ficción a la realidad.