De actualidad, en TodoLiteratura,
mi libro de cuentos
Relatos del fuego sanguinario y un candor.
¡Gracias!
De actualidad, en TodoLiteratura,
mi libro de cuentos
Relatos del fuego sanguinario y un candor.
¡Gracias!
Disponible, la reedición de mi primer libro publicado:
RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
–Calambur Editorial, 1997 – Morfeo Editorial, 2020–
Sucedió ayer.
Reseña de M. Carmen,
paisana de Cornellá de Llobregat,
sobre mi novela El Paseo de los Caracoles,
en Conversando entre Libros.
¡Todo un placer!
Muchas gracias.
No hay «tintes sobrenaturales». Toda la novela es «sobrenatural». Está en primera persona. Quien cuenta la historia, la voz narrativa, es un muerto, un fantasma. Y solo hay una persona, entre los vivos, que lo escucha, un abuelo ciego que anda relegado en su casa. (Interesantes los comentarios). Saludos.
* * *
M. Carmen Molero, ¿conversando, entre libros? Le has cortado la palabra a un escritor que lleva una década tras otra escribiendo. A la vista está. La ofensa existe, pero no es por mi parte, es por la tuya. A la vista está. El comentario mío, que aparece aquí en rojo, no salió. Porque borraste la página entera, reseña incluida. A la vista está. Al hacerme cargo de la realidad que yo en ese momento estaba viviendo, en un primer segundo sentí el peso de la incredulidad; en el siguiente, algo parecido a una decapitación; y en el tercero, la indiferencia que provocan muchos de mis recuerdos, entre los que formas parte. Pediste un ejemplar de la novela El Paseo de los Caracoles, y la editorial, sin ningún coste para ti, gratuitamente, amablemente te lo remitió a la dirección indicada. ¿Para esto? Hay que tener cuidado contigo. Repartes besotes. ¡Ojo con ellos!
Resistencia Literaria publica hoy
una entrevista que me ha hecho.
¡Todo un placer!
Muchas gracias.
Con mucha curiosidad, espero la reseña,
sobre El Paseo de los Caracoles,
de Conversando entre libros.
Lectura de un fragmento de la novela El Paseo de los Caracoles (página 128)
Mi novela El Paseo de los Caracoles se encuentra esta semana entre las novelas destacadas de MásLeer.
¡Gracias!
Lectura de un fragmento de la novela El Paseo de los Caracoles (página 66)
Vídeo de presentación sobre la novela El Paseo de los Caracoles (Alba Editorial, 1999 – Morfeo Editorial, 2019).
El Paseo de los Caracoles: El mundo de los muertos en abierta convivencia con los vivos.
Página en Morfeo Editorial: https://www.morfeoeditorial.com/tienda/el-paseo-de-los-caracoles/
Página en Amazon: https://www.amazon.es/Paseo-Caracoles-Antonio-Galvez-Alcaide/dp/1542666449
Información general: https://www.morfeoeditorial.com/infopaseo.htm
EL DÍA AQUEL DEL CEMENTERIO, cuento perteneciente a Relatos del fuego sanguinario y un candor, disponible en iBookstore.
EL DÍA AQUEL DEL CEMENTERIO es una historia de amor y de odios sin límite. En EL DÍA AQUEL DEL CEMENTERIO una mujer escarba una fosa por comprobar si en ella está enterrado su novio. EL DÍA AQUEL DEL CEMENTERIO es un cuento que pertenece al libro RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
EL DÍA AQUEL DEL CEMENTERIO
también se puede adquirir en
GOOGLE PLAY
El ebook Agonía y torpe renacer, el inicio de la novela El Paseo de los Caracoles, disponible en iBookstore.
AGONÍA Y TORPE RENACER
también se puede adquirir en
Amazon
GooglePlay
Kobo
Nook
Tema Amazon. Muchas veces reconforta el sentido deportivo de la vida. Me complace comunicaros que mi libro de relatos titulado TRENZADO DE HOMICIDAS es, en este momento, número 1 en ventas en Japón, en la categoría de libros de cuentos.
Muchas gracias.
—Qué valiente. Menuda lección me dio la vieja —se dijo mientras subía las escaleras de su edificio—. La vida, la gente que encaja en la vida. Y los que se mueren. Hoy jueves, la muerte sigue mis pasos.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 91).
Después le dio la espalda a los acontecimientos, escuchó la estrepitosa sirena de la ambulancia que se perdía, y pensó que la muerte, aquella tarde, le seguía los pasos.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 90).
Se volvieron. Comenzaron a alejarse. Poco a poco se confundieron entre la gente que deambulaba Rambla arriba.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 89).
Al otro lado de la Rambla, justo enfrente, a unos quince metros, descubrió a su esposa fallecida, muy cerca del bordillo donde encontró la muerte.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 88).
Tan sólo derramó una lágrima, muy redonda, muy llena y biliosa.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 32).
—Llamaste a Dios. Vengo yo en su representación. No creo que te moleste.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«En los dientes de la noche» , del libro Cuentos agrios (pág. 53).
La metamorfosis aglutinó todas las grasas de sus pesadillas.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«En los dientes de la noche» , del libro Cuentos agrios (pág. 52).
Siempre baja y descansa entre las flores mojadas, las mismas flores que nunca renuncian a llorar su rocío.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Anhelos y luces» , del libro Cuentos agrios (pág. 43).
Desde sus alforjas se rizaba un humo violeta
Fragmento perteneciente a
UNA NIÑA PERDIDA EN EL MAR.
RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
—Niño hombrón, ¿en qué piensa?
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Primerizo en brasas» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 76).
—Y acuérdese de tumbarlo cuando le clave el cañón en la tripita. Así, seguro que atina.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Primerizo en brasas» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 74).
—Pero abandonarle, chico, es cagarse encima de una mina repleta.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Primerizo en brasas» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 75).
La tarde, como de costumbre, masacraba las corduras
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Primerizo en brasas» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 72).
—Una hormiguita para mí, y un chinito también —dijo sin saber muy bien por qué.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Primerizo en brasas» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 70).
Sé que me escuchan, por mucho que me parezca extraño.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«El día aquel del cementerio» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 30).
Con el aire impregnado de agua, diviso, desde las alturas
Texto perteneciente a la novela titulada EL PASEO DE LOS CARACOLES (pág. 170).
Los relámpagos del aire, por un instante, conceden la claridad del día a todo lo que se ciñe en el Paseo y alrededores.
Texto perteneciente a la novela titulada EL PASEO DE LOS CARACOLES (pág. 168).
Pepín, el camarero trasnochado
Texto perteneciente a la novela titulada EL PASEO DE LOS CARACOLES (pág. 167).
Los camareros, al final de su briega, respiran el aire fresco del ciprés
Texto perteneciente a la novela titulada EL PASEO DE LOS CARACOLES (pág. 165).
Nadie, ni vivo ni muerto, sólo yo, vislumbra cómo el cielo pega un vuelco.
Texto perteneciente a la novela titulada EL PASEO DE LOS CARACOLES (pág. 164).
El esqueleto Federico, por el que nadie apuesta un duro, camina por las solitarias callejas de las fábricas.
Texto perteneciente a la novela titulada EL PASEO DE LOS CARACOLES (pág. 163).
El agonizante no puede dar crédito a su suerte
Texto perteneciente a la novela titulada EL PASEO DE LOS CARACOLES (pág. 160).
Dejemos en paz a la muerte
Texto perteneciente a la novela titulada EL PASEO DE LOS CARACOLES (pág. 159).