La niña Eduvigis Lindavista nació del pecado.
Fragmento perteneciente al relato
titulado «Eduvigis Lindavista» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 15).
La niña Eduvigis Lindavista nació del pecado.
Fragmento perteneciente al relato
titulado «Eduvigis Lindavista» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 15).
De actualidad, en TodoLiteratura,
mi libro de cuentos
Relatos del fuego sanguinario y un candor.
¡Gracias!
Disponible, la reedición de mi primer libro publicado:
RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
–Calambur Editorial, 1997 – Morfeo Editorial, 2020–
PRIMERIZO EN BRASAS, cuento perteneciente a Relatos del fuego sanguinario y un candor, disponible en iBookstore.
PRIMERIZO EN BRASAS es una historia de tremenda violencia minimizada. En PRIMERIZO EN BRASAS el niño Lolo, su personaje protagonista, aspira pegamento para terminar relacionándose con unos sicarios, siempre con el pensamiento puesto en su vecinita Evita. PRIMERIZO EN BRASAS es un cuento que pertenece al libro RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
PRIMERIZO EN BRASAS
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NOCHE DE TROPIEZOS Y ALTIVEZ, cuento perteneciente a Relatos del fuego sanguinario y un candor, disponible en iBookstore.
NOCHE DE TROPIEZOS Y ALTIVEZ es una historia de crítica social cubana. En NOCHE DE TROPIEZOS Y ALTIVEZ se es testigo del triste final del conquistador Gonzalo de Pineda, con su brutal paralelismo en el mulato Oswaldo, que, tras ver una película, se interna en la noche de La Habana como en un descenso a los infiernos. NOCHE DE TROPIEZOS Y ALTIVEZ es un cuento que pertenece al libro RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
NOCHE DE TROPIEZOS Y ALTIVEZ
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JUSTINITA LA IDOLATRADA, cuento perteneciente a Relatos del fuego sanguinario y un candor, disponible en iBookstore.
JUSTINITA LA IDOLATRADA es una historia de amor filial. En JUSTINITA LA IDOLATRADA se aprecia la tremenda congoja de la señora Justina, a la que se le muere su bebé en los brazos para recoger un desenlace impensable. JUSTINITA LA IDOLATRADA es un cuento que pertenece al libro RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
JUSTINITA LA IDOLATRADA
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EL INDIANO ZACARÍAS, cuento perteneciente a Relatos del fuego sanguinario y un candor, disponible en iBookstore.
EL INDIANO ZACARÍAS es una historia de bandoleros y de amor. En EL INDIANO ZACARÍAS se desarrolla la última correría del Zacarías, un bandolero hispanoamericano de origen español, una última correría subestimada al amor y a la perdición. EL INDIANO ZACARÍAS es un cuento que pertenece al libro RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
EL INDIANO ZACARÍAS
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MEMORIA DE LA CIUDAD SIN PAZ, cuento perteneciente a Relatos del fuego sanguinario y un candor, disponible en iBookstore.
MEMORIA DE LA CIUDAD SIN PAZ es una historia sobre los deseos de cambio de gobierno hacia una auténtica democracia. En MEMORIA DE LA CIUDAD SIN PAZ su personaje protagonista, Magdalena Huertas, se presenta a la presidencia de su país sin entender su inmenso poder de convocatoria. MEMORIA DE LA CIUDAD SIN PAZ es un cuento que pertenece al libro RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
MEMORIA DE LA CIUDAD SIN PAZ
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EN UN RINCÓN OSCURO, cuento perteneciente a Relatos del fuego sanguinario y un candor, disponible en iBookstore.
EN UN RINCÓN OSCURO es la historia de un desamor que perdura a lo largo del tiempo. ¿Puede un hombre recordar, ininterrumpidamente, su primer amor de juventud hasta la vejez? ¿Podría haber un reencuentro, en la vejez, con el primer amor de juventud? ¿El desamor se deja arrastrar por la piedad, se deja influir frente a la vulnerabilidad de la vejez? EN UN RINCÓN OSCURO es la historia que da respuesta a estos interrogantes. EN UN RINCÓN OSCURO es un relato que pertenece al libro de cuentos RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
EN UN RINCÓN OSCURO
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EDUVIGIS LINDAVISTA, cuento perteneciente a Relatos del fuego sanguinario y un candor, disponible en iBookstore.
EDUVIGIS LINDAVISTA es un relato, la historia sobre cuyo personaje principal gira todo un libro de cuentos: RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR. En EDUVIGIS LINDAVISTA se desarrollan los primeros años de vida de una niña santa que nació del pecado, la niña Eduvigis. Dejemos en palabras de su autor lo que representa este personaje en su trayectoria narrativa: «Parecía que mi primer personaje hispano, la niña Eduvigis, una niña de siete años muerta ‘en olor de santidad’, una niña santa, tiraba de mi mano con su poderosísima energía, que avivaba mi intuición narrativa, que transformaba mi tonalidad lingüística de español en tonalidad lingüística de americano, para la que no desdeñé muchos usos y registros andaluces».
EDUVIGIS LINDAVISTA
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Allí se hizo la soledad.
Fragmento perteneciente a
UNA NIÑA PERDIDA EN EL MAR.
RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
Diez años después, la joven Valeria fue conducida por primera vez, por las vueltas que da la vida, a la afamada Basílica de la gran ciudad.
Fragmento perteneciente a
UNA NIÑA PERDIDA EN EL MAR.
RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
A las dos niñas la playa les refrescaba los tobillos.
Fragmento perteneciente a
UNA NIÑA PERDIDA EN EL MAR.
RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
Llegaron a tener el cerebro tan caliente que incluso sin el corazón en su pecho, consiguieron recordar la sonrisa de un ataúd de cristal.
Fragmento perteneciente a
UNA NIÑA PERDIDA EN EL MAR.
RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
El mismísimo hijoputa aquel que fue acribillado, descuartizado y quemado en la plaza pública
Fragmento perteneciente a
UNA NIÑA PERDIDA EN EL MAR.
RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
—Ya no nos queda comida. Ahora nos moriremos de hambre. Procuremos no asustar al niño con nuestro miedo.
Fragmento perteneciente a
UNA NIÑA PERDIDA EN EL MAR.
RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
Como los habitantes del chamizo eran niños, los minutos transcurrían inquietos de chiquillerías.
Fragmento perteneciente a
UNA NIÑA PERDIDA EN EL MAR.
RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
La niña Valeria, con sus diez años, se sentía responsable y madraza al mismo tiempo.
Fragmento perteneciente a
UNA NIÑA PERDIDA EN EL MAR.
RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
Una niña se deslizaba en las aguas del mar emulando la destreza de los peces.
Fragmento perteneciente a
UNA NIÑA PERDIDA EN EL MAR.
RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
La niña Valeria protegió a su hermanito con las mantillas y su regazo, y se encaminó hacia la orilla del mar agradeciéndole al sol sus templadas caricias.
Fragmento perteneciente a
UNA NIÑA PERDIDA EN EL MAR.
RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
Desde sus alforjas se rizaba un humo violeta
Fragmento perteneciente a
UNA NIÑA PERDIDA EN EL MAR.
RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
El día que los dos guajiros de malas costumbres asaltaron el chamizo, los niños de aquella humilde estancia aprendieron a estar queditos y sin respirar debajo de la tierra
Fragmento perteneciente a
UNA NIÑA PERDIDA EN EL MAR.
RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
En la noche de la Basílica lejana, unos cirios humeaban su agonía
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Justinita la idolatrada» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 106).
La madre comenzó a escuchar el rumor del arroyo, y una descarga de amarga complacencia se le consumió, al escapársele de los pies.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Justinita la idolatrada» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 105).
El pueblo opaco, a pesar de la mudez de sus desiertas callejuelas, anunciaba a la madre que no le corriera el miedo
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Justinita la idolatrada» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 104).
—Yo vi una vez a la niña Eduvigis muertita, en su caja transparente de la Basílica, y era una prenda como tú, rete linda.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Justinita la idolatrada» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 103).
Toda la casa se apretaba en el llanto,
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Justinita la idolatrada» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 102).
El alba rasguñaba la puerta de la señora Justina y terminó cascándose, como huevo de chachalaca, sobre la madera de polilla.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Justinita la idolatrada» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 101).
Recolecta como si fuese un tal superviviente Gonzalo de Pineda.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Noche de tropiezos y altivez» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 97).
Los despertares levantaban a las personas. Y las personas, las de verdad y las de mentira, caminaban por los caminos.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Noche de tropiezos y altivez» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 96).
—También soy Aquiles.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Noche de tropiezos y altivez» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 95).
—No den tan duro, que yo voy hasta la victoria siempre, que yo me quedo.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Noche de tropiezos y altivez» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 94).
Más allá del Malecón sólo transitaba el agua marina, como a escondidas.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Noche de tropiezos y altivez» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 93).
Muchas de sus palabras eran temerarias. Cuando se le arriaba más el vértigo de su norte, los topetazos contra las personas de carne y hueso hasta sentaban mal.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Noche de tropiezos y altivez» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 92).
Oswaldo, tan adolescente y gresca, se quedó pegadito a la calzada.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Noche de tropiezos y altivez» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 91).
—¡Porque yo tengo la vida por delante! ¡Aunque parezca mentira, yo tengo la vida por delante!
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Noche de tropiezos y altivez» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 90).
El mulato Oswaldo, al salir del cine Habana, se rascaba el cuello graciosamente.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Noche de tropiezos y altivez» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 89).
El pensamiento era la única vida fresca dentro del moribundo.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Noche de tropiezos y altivez» , del libro Relatos del fuego sanguinario y un candor (pág. 88).