El hostal Casco Antiguo. Siempre recordaré el momento que estiré los brazos por primera vez, para desprenderme de la camiseta, y rápidamente los encogí, para que mis manos no se tropezaran con el techo, como si todavía residieran en la buhardilla gallega.
Fragmento perteneciente a
RUTA DEL OESTE.
DIETARIO EN RED 2007-2008.