Un estímulo que pellizca, un suspiro descarrilado, unos puntuales latidos en las sienes, como el inesperado y brusco titilar de la angustia, son suficientes para sacarnos fuera. Repentinamente notamos que una parte de nuestro espíritu serpentea como los soplos del aire, entre las bocanadas del aire, y lo detenemos. Pero hoy debe ser distinto.
Fragmento inicial del artículo «Tímido esbozo», perteneciente al libro Articulismo formal (pág. 37, Morfeo Editorial, Barcelona, junio, 2020), ya a la venta.