De actualidad, en TodoLiteratura,
mi libro de cuentos
Relatos del fuego sanguinario y un candor.
¡Gracias!
De actualidad, en TodoLiteratura,
mi libro de cuentos
Relatos del fuego sanguinario y un candor.
¡Gracias!
Disponible, la reedición de mi primer libro publicado:
RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
–Calambur Editorial, 1997 – Morfeo Editorial, 2020–
MATAPERROS, relato perteneciente a Cuentos agrios, disponible en iBookstore.
MATAPERROS es la historia de un acoso laboral hacia un joven al que la naturaleza no dotó de la suficiente corpulencia y animosidad, un joven que sabe que nació sin estrella, y en el seno de una familia marginal, con el rechazo paterno casi desde mismo día de su nacimiento. El joven explica la mala suerte de su vida y se centra en el problema que, para él, resultará eterno, en Hipopótamo, el hombre que, sin ningún tipo de contemplaciones, lo acosa en su puesto de trabajo. MATAPERROS es un relato que pertenece al libro CUENTOS AGRIOS.
MATAPERROS
también se puede adquirir en
GOOGLE PLAY
EL DÍA AQUEL DEL CEMENTERIO, cuento perteneciente a Relatos del fuego sanguinario y un candor, disponible en iBookstore.
EL DÍA AQUEL DEL CEMENTERIO es una historia de amor y de odios sin límite. En EL DÍA AQUEL DEL CEMENTERIO una mujer escarba una fosa por comprobar si en ella está enterrado su novio. EL DÍA AQUEL DEL CEMENTERIO es un cuento que pertenece al libro RELATOS DEL FUEGO SANGUINARIO Y UN CANDOR.
EL DÍA AQUEL DEL CEMENTERIO
también se puede adquirir en
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—Di que sí. Qué bien les has leído la cartilla. Nos tienes que meter a todos por vereda.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 126).
Atrás quedaba la identificación del cadáver, dos días antes, en un jueves de alarma hechizada.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 95).
—¡Sé lo del mal de ojo, putasquerosa!
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 94).
Los dos empleados mantuvieron sujeta, en todo momento, a la vieja prostituta, que desprendía espumarajos cada vez que abría la boca.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 93).
Consiguió agarrarse a los pelos de la que fue amenazada compañera del difunto.
—¡¡¡ASQUEROSA!!!… ¡¡¡PUTASQUEROSA!!!
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 92).
Se le quedó la mente en blanco tras la primera decena de puños como piedras.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 44).
—Mírame los labios —dijo Magdalena—, los tengo cocidos, llagados.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 43).
Puede decirse que el relato BOA PELO CRESPO ha sido escrito con las tripas.
El día clave de mi vida lo afrontaba con una inenarrable calma y una lucidez sin precedentes.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Mataperros» , del libro Cuentos agrios (pág. 77).
Pero no, la tajante palabra continuaba resonando por aquella boca de abultados labios, debajo de aquella grasienta nariz pegada, como con sebo, a su obesa y peluda cara.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Mataperros» , del libro Cuentos agrios (pág. 76).
Ya no distingo el bien del mal. Sólo sé que tuve una madre buena y que adoro su voz y que odio y que camino desarmado
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Mataperros» , del libro Cuentos agrios (pág. 75).
Nunca podía borrar de mi mente el aguijón de la venenosa palabra que me enseñó a odiar y a maldecir.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Mataperros» , del libro Cuentos agrios (pág. 74).
Allí hizo más frío que nunca y hube de acurrucarme a los cartones amontonados de las cajas defectuosas.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Mataperros» , del libro Cuentos agrios (pág. 73).
Nuestras ocupaciones en el almacén consistían en descargar largos camiones repletos de cajas. Como es natural, yo casi siempre terminaba rezagado (el jefe se ponía a rabiar y
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Mataperros» , del libro Cuentos agrios (pág. 72).
Hipopótamo puede pintarse como un hombre excesivamente malvado, cejijunto, de prominente barriga, de abultados brazos, de malolientes y constantes sudores, de casi dos metros de altura.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Mataperros» , del libro Cuentos agrios (pág. 71).
¿Seré una mala bestia, de esas que dicen estar desatadas? Es posible.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Mataperros» , del libro Cuentos agrios (pág. 70).
Mi madre. Sólo recuerdo un fragmentario sonido de su voz. Una voz sin palabras.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Mataperros» , del libro Cuentos agrios (pág. 68).
Sus manos ardían de dolor, y sus pies, más lejos de lo normal, se achicharraban
Fragmento perteneciente al relato titulado
«En los dientes de la noche» , del libro Cuentos agrios (pág. 48).
.
Qué asquito dan. Y qué pronto les vi el plumero. El hombre es irascible, un hombre incapaz de sonreír, con un torbellino de oscuridad oculta. Es, con todo el contenido de su acritud, una mala sombra. La mujer es picajosa, una mujer de mirada severa, que responde a la amabilidad con púas, una mujer de huesos eléctricos y pelo pintado. Ambos repercuten en mi vida como la mierda fugaz que, aplastada, siempre despreciada, se cruza en nuestro camino. Qué gran delicia es saber lo que son: una descomunal eventualidad, una mísera gota en el inmenso río de una vida.
Al final, irremediablemente, terminó recordándome a las morenazas de las películas que hacen de mala.
Fragmento perteneciente a DIETARIO EN RED 2009-2010
Hay un bobo que, por culpa de la influencia de una mujer, me mira como a un mamarracho. Apenas lo conozco. Apenas nos conocemos. Yo, de él, tan sólo he tenido indicios clarísimos de su memez. Tenemos a un bobo que me mira mal, por culpa de una mujer. Es largo de estatura, corto de miras, un bobo que se me atreve con palabras chamuscadas precisamente porque es bobo. No sabe dónde se mete. Psicológicamente, pueden volarle los dientes.
Fragmento perteneciente a DIETARIO EN RED 2009-2010
Los granizos ya sólo forman parte de la memoria.
Texto perteneciente a la novela titulada EL PASEO DE LOS CARACOLES (pág. 152).
Pero el aire había cambiado de estrategia,
Fragmento perteneciente al relato
titulado «El acoso» , del libro TRENZADO DE HOMICIDAS (pág. 112).
—¿Tomáis bien?
—Sí, perfecto.
Fragmento perteneciente al relato
titulado «El itinerario» , del libro TRENZADO DE HOMICIDAS (pág. 66).
La imagen se concentraba en un primer plano. Casi violando el encuadre, la prostituta, con una mirada obscena, clavó sus ojos en los labios de la hija.
Fragmento perteneciente al relato
titulado «El itinerario» , del libro TRENZADO DE HOMICIDAS (pág. 59).
Cae la torre. Estoy muy excitado. Parezco un personaje de Tarantino.
Fragmento perteneciente al relato
titulado «Sobre los escombros» , del libro TRENZADO DE HOMICIDAS (pág. 44).
Se ríen una y otra vez. Si saliera por patas me pillarían a los cinco pasos. Tengo la sensación de que todo me importa una mierda:
Fragmento perteneciente al relato
titulado «Sobre los escombros» , del libro TRENZADO DE HOMICIDAS (pág. 43).