—Oye, cuando te conocí aquella noche ibas vestida igual que ahora.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 127).
—Oye, cuando te conocí aquella noche ibas vestida igual que ahora.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 127).
—Salva, ¿adónde vas?
Comprobó cómo se detuvo en la Rambla y se sentó en la silla, entre la gente que iba y venía, velándolo o descubriéndolo.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 123).
El Pasaje del Reloj. Desde Escudellers se ve como una calle siniestra, sin salida, estrecha, oscura, desmadejada, triste, paralizada.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 45).
Se le quedó la mente en blanco tras la primera decena de puños como piedras.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 44).
Otra bifurcación notoria, aunque olvidada y silenciada desde 1864, es el Pasaje del Reloj.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 16).