La maté a traición, Señor, y si no hubiera conseguido matarla lo volvería a intentar.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«La confesión» , del libro Cuentos agrios (pág. 29).
La maté a traición, Señor, y si no hubiera conseguido matarla lo volvería a intentar.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«La confesión» , del libro Cuentos agrios (pág. 29).
La muchacha, sola, se mecía casi imperturbable.
Fragmento perteneciente al relato titulado
«Después del sueño» , del libro Cuentos agrios (pág. 26).