—Vale, vale. Buscas la profundidad. A ver cómo te lo digo para que me entiendas. Soy una especie de… No… Soy, más o menos, para que tú me entiendas, tu ángel de la guarda.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 128).
—Vale, vale. Buscas la profundidad. A ver cómo te lo digo para que me entiendas. Soy una especie de… No… Soy, más o menos, para que tú me entiendas, tu ángel de la guarda.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 128).
—Oye, cuando te conocí aquella noche ibas vestida igual que ahora.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 127).