Presentación de Cuentos agrios

Aquí tenemos la presentación de
Cuentos agrios
en You Tube.

Maqueta de Cuentos agrios

Aquí les presento la maqueta de cubierta de mi libro titulado

Cuentos agrios.

Disponible, en Morfeo, a partir del primero de mayo.

Doce campanadas de cálido carmesí

Doce campanadas de cálido carmesí es un relato de juventud. Recuerdo que, durante su escritura, mediaba mi veintena de años, estrenaba mi primera novia «oficial», o «formal», como diría mi anterior generación, y poco tiempo después el Ayuntamiento de Cornellá de Llobregat le otorgó a la narración el premio Sant Jordi. Quise tensión para Doce campanadas de cálido carmesí, y estilo: todo junto. Y me salió una historia que ahora sale por separado y en e-book, con portada de un modernísimo Ernst Stöhr, en una ilustración del año 1899.

Aguas del Manzanares

El río Manzanares a su paso por el puente de Segovia, en Madrid

“Nunca te quise y hoy no va a ser menos”.

Fragmento perteneciente al relato titulado
«La molondra de don Peliforte» , del libro Cuentos agrios (pág. 99).

En Chamartín

—¡Sí, qué frío hace! Escúcheme, señor: yo voy a tomarme un café, a ver si así se me calientan los pies.

Fragmento perteneciente al relato titulado
«La molondra de don Peliforte» , del libro Cuentos agrios (pág. 97).

Tema del vampiro

Yo intento patalear, golpear, escurrirme de aquella masa apisonadora. Y no me canso de repetirle, histérica, que me quiero marchar.

Fragmento perteneciente al relato titulado
«Doce campanadas de cálido carmesí» , del libro Cuentos agrios (pág. 59).

Un precioso colorín

Un colorín

El colorín Bigfredo, desde la alegría de sus aires, despierta cada mañanica a nuestra niña Margarita. Y cuando esto sucede, un haz de luz, delante de ella, traza los más caprichosos óleos, las más fantásticas y admirables pinturas.

Fragmento perteneciente al relato titulado
«Anhelos y luces» , del libro Cuentos agrios (pág. 39).

Delante de Jesucristo

La maté a traición, Señor, y si no hubiera conseguido matarla lo volvería a intentar.

Fragmento perteneciente al relato titulado
«La confesión» , del libro Cuentos agrios (pág. 29).