Cuando algunas noches se me cruza la luna por los ojos, vislumbro en ella, según la órbita de su inclinación, escalonadas fraguas con manchas de pulmones ahogados en agua. Entonces recuerdo los destellos de numerosas imágenes regaladas, multitud de olivares, higueras, juncos afilados llenos de pasiones rojas, limo y matas de pelo.
Fragmento inicial del artículo «Centenario», perteneciente al libro Articulismo formal (pág. 19, Morfeo Editorial, Barcelona, junio, 2020), ya en preventa.
«Centenario», ABC, 05/06/1998. A los cien años del nacimiento de Federico García Lorca
Marilyn Monroe, en otro aniversario de su muerte.
El año pasado fueron 55 años.
Destaquemos hoy su última y enorme cicatriz física.
Así estaba Marilyn Monroe poco antes de su muerte. Le acababan de extirpar la vesícula biliar. Por aquel tiempo, esta cirugía dejaba el costurón que aquí vemos. Tremendo. Hoy esta cirugía se hace mediante laparoscopia. Ni siquiera deja cicatriz. El tiempo: antes, después; antes, después; antes, después…
DESPUÉS
Amplíen esta
ANTES
Su última morada.
Es bueno ponerse a un metro, o menos, de tus muertos queridos, o admirados. Créanme
MIREMOS TODOS ASÍ DURANTE UNOS SEGUNDOS
SONRIAMOS MISTERIOSAMENTE
Una nota curiosa. Tengo una amiga que nació el 5 de agosto.
Valga desde aquí mi feliz cumpleaños.
Sí, el mismo día, el mismo mes, en otro año, que murió Marilyn Monroe.
Una mujer encantadora muere. Una mujer encantadora nace. Afortunadamente, los ciclos imparables de la naturaleza humana juegan a nuestro favor.
Marilyn Monroe es una estrella que nunca se apaga. Todos los años es recordada en el aniversario de su muerte, y van ya 55 años. A mí me dejó fascinado cuando contaba solamente dieciséis años de edad. El diario El País la homenajea, en esta ocasión, con una galería de fotos, de las cuales me quedo la siguiente:
Marilyn Monroe, hoy, 55 años muerta.
Esta imagen es una de las últimas de su vida. O sea, así estaba, físicamente, Marilyn Monroe poco tiempo antes de su muerte. Las cicatrices de la vida, ahí, las tenía completas, no hubo tiempo de que se añadiera ninguna más.
Y hablando de cicatrices, en términos literales, si se fijan en la fotografía que he dejado, si se fijan en el vientre de la estrella, unos cuatro dedos por encima del ombligo, podrán ver la cicatriz que le dejó una intervención quirúrgica. Le extirparon la vesícula biliar. Por lo que parece, hoy día esa extirpación no deja cicatriz.
Por otro lado, Marilyn Monroe es portada de uno de mis libros. Hablo de ella haciendo memoria. La portada:
FELICIDADES,
Teresa,
Teresa de Cepeda y Ahumada
Teresa de Ávila,
santa Teresa de Jesús,
en tu 500 cumpleaños.
Aquí una de las mejores escritoras de España:
Teresa.
Mi contribución a los 500 años del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, a la rara proeza de esta mujer, siempre tan andariega. Efectivamente, Dios en la cocina, entre pucheros. Y por los caminos. Y en los arrobos del arte de los monasterios medievales, de las viejas catedrales.
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