2003. Recuerdo que aquel año estuvo lloviendo casi todo el mes de abril, y que el sol de junio aparecía tras las ventanas como una mole de fuego, y que el 8 de agosto se me presentó la niña Paz, tan complaciente como Ibiza, pocos días después. Qué tiempos.
Fragmento perteneciente a DIETARIO EN RED 2009-2010