—¿Eres la paloma verde?
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 122).
Avanzó por los Palomos, como él decía, el Passatge dels Coloms, el sombrío pasaje porticado de recias columnas tapiadas, el pasadizo que exhuma olor de frutas y verduras rebozadas con hielo de pescado.
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 87).
—Vive en la calle de las Cabras, en un canto de la Boquería, con el que fue su macarra, el macarra Ramón, que la quitó de la calle,
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 64).
Un cielo violeta, bajo una amanecida de domingo, la del 18 de diciembre. Recién abofeteado por la fuerza del viento, el viejo profesor abre la puerta de su casa. Piensa que parece un zarandillo.
Fragmento perteneciente a las memorias noveladas de la serie El viejo profesor