Se incomodó como si le hubieran propinado un pellizquito y exclamó:
—¡La cara de un muerto!
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 119).
Se incomodó como si le hubieran propinado un pellizquito y exclamó:
—¡La cara de un muerto!
Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 119).
Las burbujas de aquellas aguas provenían de las ramas de los cipreses.
Texto perteneciente a la novela titulada EL PASEO DE LOS CARACOLES (pág. 138).
—¡Buenas tardes, y buen provecho! —dicen, casi al mismo tiempo.
Texto perteneciente a la novela titulada EL PASEO DE LOS CARACOLES (pág. 107).
O se sumergen si sus tumbas se alojan bajo tierra, a fin de averiguar qué queda de sus restos.
Texto perteneciente a la novela titulada EL PASEO DE LOS CARACOLES (pág. 103).