Un cielo violeta, bajo una amanecida de domingo, la del 18 de diciembre. Recién abofeteado por la fuerza del viento, el viejo profesor abre la puerta de su casa. Piensa que parece un zarandillo.
Fragmento perteneciente a las memorias noveladas de la serie El viejo profesor
El viejo profesor, tras cinco días completos y consecutivos de fiesta, llega a la conclusión de que está algo confuso. Es un domingo de madrugada cuando entra en su casa del extrarradio de Barcelona. Le parece mentira encontrarse ya a día 11 de diciembre de 2011. Los días vuelan mucho más veloces que antes. Enciende una estufa eléctrica, su estufa de toda la vida. Se sienta en su sofá, su sofá de toda la vida.
Fragmento perteneciente a las memorias noveladas de la serie El viejo profesor
Imparable ola de frío polar en España. El asco de tiritar en medio de la calle. Los calvos se cuidan la calva con gorros de lana, y se ríen del mundo. Nieve, hielo, aguanieve.
Publicado bajo el epígrafe de Artículos dominicales, en Dietario en Red, el 10 de enero de 2010
De calentura se presenta la noche. Las noches calurosas son las mejores. Las tías sudan más, beben más, se les va la olla antes. Tengo la sensación de que la noche se presenta de puta madre. Nosotros somos seis, los seis: el Manel, el Tete, el Vale, el Carmelo, el Jorge y yo. Somos los mejores, los de más palique.
20 de julio de 2004. Segunda visita a Cornellá. En esta ocasión, sola. Todo el día con Antonio, y parte de la noche. Y de regreso a Castelldefels, con su Ibiza Sport. Jornada de ensueño. Inolvidable. De las que marcan una vida. Sin exagerar.
Bar Los Cazadores. En la novela aparece como
Texto perteneciente a la novela titulada CALIENTE (pág. 143).
Vale, comentaristas, hijos de la grandísima. Intentáis comerme viva. Que si soy una soberbia, que si eskribo como (…)
Texto perteneciente a la novela titulada CALIENTE (pág. 57).
Nota del autor:
La fotografía del coño es la fotografía original que apareció en el dominio www.pazvegalopez.com. Vuelvo a recordar que todos los mensajes que vertió mi niña Paz, se dirigieron a personas reales, no de ficción; y que debido a ello, y como diría Miguel de Unamuno, Paz Vega López es el único personaje de la literatura española que consiguió saltar a la realidad, logrando apasionar, tanto en positivo como en negativo, no sólo a personas anónimas, sino a catedráticos de Universidad, periodistas, escritores reconocidos, intelectualidad varia, el único motivo de que estos seres aparezcan en el libro, evidentemente. Una última anécdota. Permítanme exhibir unas palabras que don Miguel de Unamuno hubiera pronunciado si hubiera sido contemporáneo de mi niña Paz y no hubiera fallecido en 1936 con los pies más que calentones:
—Paz Vega López hizo realidad una de mis más rabiosas obsesiones literarias. Enhorabuena.
Elogio de la paja masculina. Espoleado por el genial seudónimo Fornicata, y por la cita de su error reconocido (“Eran demasiado evidentemente fantasías de pajero cuarentón”), me dispongo a incluir una entradilla que, por su lógica, puede sonar a contenido consabido.
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