El solitario en formato papel

Dada la imparable reedición de mi obra
de hace una década, en formato papel,
ahora aparece El solitario
Volumen: 14 x 21,5 cm.
Tiene 194 páginas.

La cubierta de la reedición de EL SOLITARIO es distinta de la primera edición en papel

Portada de la novela EL SOLITARIO.

En el número 57 de la calle Escudellers, de Barcelona, vive Salvador, un hombre enfermo y huidizo que arrastra una tragedia personal. De forma inexplicable, su vida empieza a tener paralelismos con la vida de Jesucristo. Rompiendo su terrible soledad aparece Magdalena, una mujer que vive en el famoso barrio chino barcelonés y trabaja como dependienta en el mercado de la Boquería. Entre ellos se produce un amor tan profundo que la miseria de sus vidas se transforma en algo parecido a una constante cucharada de miel. El entorno de Salvador es muy limitado, el mismo que les corresponde a las personas solitarias. Su única relación, más allá de las puertas de su casa y de la irrupción de Magdalena, es la que mantiene con los vecinos de su rellano, que no pueden ocultar el portento que viven en cierta ocasión. Más allá del amor sin cortapisas, del choque entre el bien y el mal, de la denominada violencia de género, de la vida nocturna en la parte vieja de Barcelona, la gran quimera cristiana se convierte en algo tangible, demasiado hermosa para que sea perdurable. Y ante todo, Salvador y Magdalena; Magdalena y Salvador, una pareja inolvidable.

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Idalia Candelas, sexy

Idalia Candelas, o el erotismo diario, íntimo, de puertas adentro de la propia casa, de las mujeres que viven solas, solitarias, a una temperatura constante de templanza, de normalidad. Este es el asunto de las viñetas de Idalia Candelas.

Idalia CandelasMI EROTISMO: aquí y aquí.

El Pasaje del Reloj

El Pasaje del Reloj. Desde Escudellers se ve como una calle siniestra, sin salida, estrecha, oscura, desmadejada, triste, paralizada.

Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 45).

Como piedras en la cara

Se le quedó la mente en blanco tras la primera decena de puños como piedras.

Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 44).

Soledad y tiempo

Llevaba un mes sin afeitarse. Le crecieron pelos de loco, unos pelos tiesos y desorientados, escarolados y enredados. Una mañana se percató de que no temblaba de miedo, sino de frío, y sospechó que había perdido la noción del tiempo.

Fragmento perteneciente a la novela titulada El solitario (pág. 27).

Fin de 2010

Al último día del año le cuesta amanecer. Las ocho menos cuarto de la mañana, y ni un rayo de luz solar en la calle. Llovizna, no hace demasiado frío. Algunos goterones se ponen sonoros, vagos, muy vagos, al estrellarse en algunas techumbres de plástico, huecas, muy huecas, de los cuartos trasteros de los bajos. Con la pereza de un nene embobado, con el legañoso discurrir de un nene siempre en la luna, amanece el último día del año. Es un día lento, muy lento, como de puntillas. La llovizna ni siquiera deja agua en los cristales de las ventanas.

Fragmento perteneciente a DIETARIO EN RED 2009-2010

¿Cenáculo?

Dolor de cabeza por la mañana, y

Texto de DIETARIO EN RED 2004-2006

Iván Tubau